Retos condicionados por la coyuntura española y por fenómenos globales. José Luis Alarcón Ruiz
JOSÉ LUIS ALARCÓN RUIZ
ALUMNO MÁSTER MSL BARCELONA
El Sistema Nacional de Salud (SNS) ha conseguido grandes logros y avances para nuestra sociedad en las últimas décadas. Sin embargo, se enfrenta a retos originados tanto por la coyuntura propia de España como por fenómenos globales y que llevan a plantear algunas posibles reformas a realizar en el SNS para asegurar su sostenibilidad y eficiencia. Dichas reformas deben contar con la implicación y cooperación de los diferentes gobiernos involucrados (central y autonómicos), así como de los partidos políticos mayoritarios para asegurar la continuidad de las medidas. Lo que se podría resumir como un Pacto por la Sanidad.
Respecto a la financiación, el copago – farmacéutico y por ciertos servicios sanitarios – ya existía y fue reformulado 2012[i], pero la situación planteada entonces tiene debilidades que generan inequidades. Se debería considerar:
- ligar el copago al nivel de renta del paciente, y no a su situación laboral o su edad;
- fijar límites máximos de aportación y exenciones para los grupos de rentas más bajas[ii];
- aplicar a los tratamientos menos efectivos respecto a su coste[iii]. Esto afecta también a la industria farmacéutica y a la investigación, que deben conseguir una mayor eficiencia en sus productos y aportar informes de coste-efectividad al lanzar nuevos medicamentos al mercado.
Para mejorar la financiación del SNS y trabajar hacia la equidad en el servicio prestado en cada territorio se debe conseguir que los servicios prestados a un paciente desplazado de una comunidad autónoma a otra sean pagados por aquella en la que reside y paga sus impuestos. En otras palabras, “que el dinero siga al paciente”, como se hace entre países de la Unión Europea.
Para mejorar la coordinación entre instituciones, se debería reforzar la figura del Consejo Interterritorial del SNS, dotándole de mayor capacidad ejecutiva de sus decisiones. También se podría promover el desarrollo de la Red de Agencias de Evaluación de Tecnologías Sanitarias y Prestaciones del SNS[iv], buscando una mejor coordinación y evitar duplicidades entre múltiples entidades regionales análogas, tomando como referencia el contrastado modus operandi del NICE británico[v].
Hay margen de mejoría aún en las soluciones tecnológicas de interoperabilidad de la tarjeta sanitaria individual y de las recetas electrónicas[vi], para que tengan acceso los ciudadanos a los servicios/tratamientos del SNS en cualquier lugar de España y los profesionales sanitarios a las historias clínicas interconectadas en todo el territorio nacional.
La evolución demográfica de España muestra una tendencia clara y creciente al envejecimiento de la población[vii]. Por ello se debería reformar el planteamiento general presente y futuro de la atención sanitaria para dar mayor importancia al tratamiento de enfermos crónicos que a agudos. Es decir, se podría reforzar el papel de la enfermería, los farmacéuticos, incluso los trabajadores sociales y otros profesionales socio-sanitarios presentes en el entorno próximo al paciente, lo cual permitirá evitar desplazamientos a hospitales para atenciones como: seguimiento, control, administración de fármacos, ventilación, diálisis, ciertos tipos de quimioterapia, cuidados paliativos, etc.[viii] Así se mejoraría la adherencia del paciente a los tratamientos (se estima una media del 50% de adherencia en enfermos crónicos en países desarrollados[ix]) y por tanto su eficiencia, con el consiguiente ahorro para el SNS y su contribución a su sostenibilidad.
Abordando el papel de los profesionales sanitarios en la gestión del SNS, se deberían fomentar más las Unidades de Gestión Clínica para incrementar la autonomía operativa de los profesionales[x] y su mayor protagonismo en la gestión. Este aumento de responsabilidades debe ir asociado a revisar el modo de evaluación del desempeño con un sistema protocolizado de incentivos que podrían ser tanto en la retribución directa del profesional, como mediante otras figuras en forma de más recursos materiales, financiación para proyectos de investigación, promociones, ayudas a movilidad, aumentos de responsabilidades, etc.[xi] Todo ello además redundaría en una mejor atención a los pacientes.
El paciente debería convertirse en la piedra angular de todas estas reformas y conseguir un mayor protagonismo del paciente a la hora de participar en la gestión de su salud[xii]. Si se consigue dar más poder al ciudadano se puede avanzar mucho en la prevención de enfermedades, reduciendo así la carga asistencial sobre el SNS. Ese poder debe llevar a aumentar la implicación del ciudadano en su autocuidado y en la prevención de patologías evitables como alcoholismo; tabaquismo; trastornos músculo-esqueléticos por malos hábitos posturales en el trabajo; trastornos mentales por estrés; y patologías cardiovasculares y/o endocrinas por malos hábitos de vida y alimentación. Este enfoque hacia la prevención se debe complementar con el de la intervención temprana. Ambos aspectos requieren reformas presupuestarias que dirijan mayor gasto hacia prevención y atención temprana, que se convertirá en realidad en una inversión[xiii] a largo plazo, y acabaría generando ahorro al SNS.
Prevención y atención temprana se consiguen también acercando la atención al paciente y aumentando la implicación de otros actores sociales como las empresas. Mejor conciliación laboral para aquellos con personas dependientes a su cargo y mejor financiación para la Ley de Dependencia[xiv] conseguirían:
v Evitar problemas de absentismo laboral, improductividad, trabas para el desarrollo profesional con las consiguientes depresiones o desmotivación en el desempeño del trabajo[xv], lo que se puede convertir en mejores desarrollos profesionales y/o más horas salariales cotizadas. Y por tanto, mayores ingresos fiscales.
v Regularizar la actividad del cuidador y generar nuevos ingresos por impuestos derivados de la renta de ese trabajo.
v Mejor atención al paciente al profesionalizarse la atención.
v Disponibilidad de profesionales para la mayor atención a enfermos crónicos.
v Liberar de cargas sobre el SNS (las susodichas atenciones que se puedan practicar en domicilios).
El papel de mayor poder para el paciente se puede conseguir también con el fomento de las nuevas tecnologías: ehealth y mhealth[xvi]. Existen ya multitud de aplicaciones para smartphones o plataformas en páginas web que pueden permitir la disponibilidad y la recogida de gran cantidad de datos de un modo casi inmediato o incluso en tiempo real, lo cual puede tener aplicaciones muy beneficiosas para:
- Avances en prevención (análisis de datos de hábitos de vida).
- Estudio de patologías.
- Mejoras en adherencia a tratamientos.
- Acceso a la última información científica y divulgativa actualizada.
- El proceso de comunicación entre el ciudadano y los profesionales sanitarios
- La labor clínica, gracias a la interoperabilidad territorial (o global, incluso).
- Las asociaciones de pacientes, mediante las que se puede aumentar la importancia del ciudadano en el funcionamiento del SNS. Los profesionales sanitarios y la industria farmacéutica podrán colaborar más estrechamente con asociaciones de pacientes en estudios clínicos para investigaciones de nuevos medicamentos y tecnologías, y también para mejorar la eficiencia de indicaciones ya existentes, lo que en definitiva repercutirá también en la mejora de la eficiencia y la sostenibilidad del SNS.
REFERENCIAS:
[i] Real Decreto-ley 16/2012, de 20 de abril, de medidas urgentes para garantizar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud y mejorar la calidad y seguridad de sus prestaciones. https://www.boe.es/buscar/doc.php?id=BOE-A-2012-5403
[ii, iii, vii, x] El sistema sanitario público en España y sus comunidades autónomas. Sostenibilidad y reformas / José María Pérez Abellan (dir.) Fundación BBVA, Bilbao (2013).
[iv, vi, xi ] Reflexiones sobre el presente y el futuro del sistema sanitario en España. José Javier Castrodeza Sanz, José María Juárez Arias. Papeles FAES, Nº186, 4/5/2016.
[v] National Institute for Health and Care Excellence.
[viii, ix, xii, xiii, xv, xvi] European White Paper. Acting together: A Roadmap for Sustainable Healthcare. 2015. Disponible en línea:http://www.eu-ems.com/event_images/Downloads/FINAL%20VERSION%20-%20WHITE%20PAPER%20BOOKLETS%20270215.pdf
[xiv] Ley 39/2006, de 14 de diciembre, de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de dependencia. https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-2006-21990