Todos tenemos mucho que mejorar…

La industria farmacéutica en sí misma ha perdido potencia. Estábamos acostumbrados a ser dueños de nuestro futuro. Las decisiones dependían de nosotros mismos y el éxito o fracaso estaba únicamente ligado a que la estrategia empresarial para llevarla  a cabo, fuera la adecuada.

Sin duda sigue siendo un actor fundamental, pero está obligada a explicarse, relacionarse y hacerse entender con viejos protagonistas que habían adoptado roles pasivos.

Las interacciones con administraciones, la sociedad y buscar sinergias con otras compañías (cada vez mas obligadas a alinearse con estrategia comunes), serán los retos del futuro.

Pero en esas nuevas interacciones, todos deberán aprender a negociar adecuadamente y, como en cualquier pacto, tienen que ser conscientes que deberán ceder en sus pretensiones iniciales y adecuar sus intereses en una solución que consiga beneficio para todas las partes.

Entre las administraciones y la industria parece más factible (dentro de la enorme complejidad) poder ponerse de acuerdo y buscar soluciones viables, pero, ¿de qué forma puede negociar la sociedad?

¿No debería ser la sociedad la que saliera reforzada de la interacción Administración-Industria?

La respuesta es sin duda sí, pero no puede ser un mero espectador. De hecho, no va a serlo…

Deberá ser participe, consciente y consecuente de las decisiones que se tomen.

Las Administraciones tienen la política para explicar y hacer llegar a la sociedad sus avances en materia sanitaria pero sería necesario que nosotros, desde la Industria, hiciéramos también un gesto en esa dirección.

Tenemos los mejores profesionales en marketing empresarial, pero no hemos sabido proyectar nuestra aportación a la sociedad. Honestamente, somos bastante malos en marketing social.

Si la sociedad no nos viera como meros oportunistas de las transacciones salud-enfermedad sino como lo que somos, empresas que además de querer ganar dinero (faltaría más), hemos contribuido y lo seguiremos haciendo, al bienestar y aumentar la esperanza de vida de la población, muy probablemente encontraríamos en la sociedad un partner más y nos facilitaría las relaciones con la administración.

Por tanto, los tres principales protagonistas deberán mejorar sus interacciones. Algunas van avanzando sólidamente en esa dirección, otras tienen un largo camino que recorrer.

Tenemos muchas oportunidades, grandes retos y, sin duda, todos tenemos mucho que mejorar…

Rafa Mateo.
Alumno Máster ARAS II Barcelona
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