¿Quién dijo miedo? El papel de las redes sociales en la comunicación en salud.
Cualquiera que haya trabajado en comunicación sabe que las redes sociales son un canal con un carisma y un lenguaje muy especial. Al fin y al cabo, es la propia sociedad la que ha construido su comportamiento y su evolución, hemos elegido siempre lo que es tendencia a través de nuestra implicación, y además hemos asumido que son entornos donde nosotros somos los protagonistas y cuando las marcas aparecen, las vemos como auténticos intrusos y no dudamos en hacérselo saber.
Con esta premisa no sorprende que las marcas tengan “miedo” a este canal tan hostil, y en consonancia, también, cualquier empresa relacionada con el sector salud. Inicialmente el miedo implica rechazo, por lo que muchas compañías optaron por no tener presencia en redes sociales. No estoy, no me expongo y en consecuencia no tengo problemas. Pero es imposible remar en contra de la propia tendencia y evolución social, por lo que no estar en redes sociales implica no existir para muchas generaciones como los Millenials, los Zeta y de los Alpha no te quiero contar. Solo tenemos que remontarnos a la cita de Darwin allá por 1859: “Las especies que sobreviven no son las más fuertes, sino aquellas que se adaptan mejor al cambio”. Y eso es justo lo que las empresas del sector salud tienen que hacer con las redes sociales, adaptarse y no luchar contra ellas.
Las redes sociales son muy poderosas, si entiendes su comportamiento y sabes sumarte a la tendencia, la propia comunidad va a viralizar tu contenido y la repercusión en la sociedad puede ser mucho más relevante que si optamos por una campaña de comunicación que las dejé de lado. Las redes sociales han ayudado a visibilizar los problemas de las minorías y han empezado la conversación alrededor de la salud mental y el suicidio en España, lo que genera un precedente y nos da claves sobre el alcance que este canal puede llegar a tener para concienciar a la población sobre patologías concretas o ayudar a informar a la gente sobre prevención de enfermedades.
El insight de “si me duele algo busco lo que puede ser en Google” es primo hermano de “tengo psoriasis y busco remedios caseros en TikTok”. El usuario está constantemente buscando y devorando contenido de todo tipo en Internet, por lo que debemos facilitarle ese contenido desde el propio sector salud, al final es el sector el que tiene el conocimiento y el expertise para informar con rigor a la población.
Por otro lado, el sector salud no solo pretende comunicarse con la población general, también quiere llegar al profesional sanitario, un perfil que empieza a ser muy activo en redes sociales, llegando incluso a convertirse en un influencer. Doctores de amplia trayectoria han construido una sólida comunidad en Instagram y TikTok compartiendo su conocimiento, muchos aprovechan los directos de Linkedin para generar conversación y farmacias ya tienen su canal de YouTube para guiar a los pacientes sobre el suministro de ciertos medicamentos. Todo ello conlleva que el sector salud tenga una comunidad en redes sociales que no tiene nada que envidiar a la de lifestyle o moda, ya que cuenta con sus propios microinfluencers e influencers que pueden amplificar aún más el mensaje a través de redes sociales.
Estamos ante un momento muy dulce para la comunicación en salud, todos estamos concienciados con que la salud es lo más importante y queremos cuidarnos y cuidar a los que nos rodean. Por ello, no es momento de tener “miedo” a las redes sociales, es momento de que el sector adquiera protagonismo gracias a este canal.