La ciencia también es de mujeres
Con este post me estreno escribiendo para este blog y, a la hora de pensar la temática, como mujer y como científica, no puedo dejar pasar la ola de titulares sobre los recién celebrados premios Nobel. Este año, con cero mujeres premiadas en las categorías de ciencia (medicina, física, química y economía), es imposible no cuestionarse por qué.
Es cierto que los premios Nobel nunca han sido particularmente un gran foco de críticas ni de búsqueda de igualdad de género, pero, si pensamos en ellos como el galardón a los descubrimientos científicos que tienen un gran impacto en la humanidad, la cosa preocupa.
¿No ha habido mujeres que hayan descubierto cosas importantes? ¿No hay, en todo el mundo, ninguna merecedora de un reconocimiento así?
Investigando un poco en el tema leo que, según datos de la ONU, menos del 30% de los investigadores y científicos de todo el mundo son mujeres, un porcentaje, a mi parecer, bajísimo considerando la cantidad de mujeres que estudian carreras universitarias del ámbito biosanitario y científico. Entonces, ¿por qué no conseguimos destacar en investigación?
El asunto es complejo y la cadena de factores también, por no hablar de la historia y del eterno anonimato en el que muchas vivieron y murieron. ¿Qué referentes femeninos tenemos en la ciencia? ¿Cómo podemos aspirar a ser como “alguien” sin tener un modelo a seguir? Tenemos que dejar atrás el Efecto Matilda y es prioritario fomentar la vocación científica en las niñas y adolescentes desde los primeros años de educación. Tenemos que olvidarnos de las antiguas exclusiones académicas y empezar a pensar que las mujeres también podemos y también lo merecemos.
Sí que tenemos referentes femeninos en la ciencia. Este año no han recibido premio Nóbel, pero sí han contribuido a salvar el mundo, y en tiempo record, mujeres investigadoras que se han dejado la piel en el desarrollo de la vacuna para el Covid-19: Chen Wei (epidemióloga, militar e investigadora, liderando el proyecto de la vacuna en China), Kizzmekia Corbett (inmunóloga viral, liderando el proyecto de la vacuna en EEUU), Sarah Gilbert (vacunóloga, dirigiendo el desarrollo de la vacuna de Oxford), Katalin Karikó (bioquímica, “madre de la vacuna” en el mundo, gracias a sus investigaciones en ARN), Isabel Sola (microbióloga y viróloga, experta en coronavirus, co-dirigiendo actualmente un equipo en el CSIC para sacar su propia vacuna).
La ciencia también es de mujeres.