HUMOR Y SALUD
Winston Churchill dijo: "una broma es una cosa muy seria". Y es que el humor tiene el poder de aliviar tensiones, generar conexiones e incluso educar. Eso sí, como cualquier buen chiste, todo está en cómo se cuenta y en el contexto en que se cuenta.
La Salud es una cosa muy seria, no hay ninguna duda, pero probablemente, en ningún lugar es más necesario el humor que en la comunicación en Salud. Sí, lo sé, estás frunciendo el ceño y pensando: "¿Humor? ¿En salud? Claro, en el próximo testimonial que hagamos con médicos mejor montamos un mónologo” Bueno, no es exactamente eso.
Vamos a ser claros, no estamos hablando de reírnos de las enfermedades o minimizar la gravedad de los problemas de salud. No, estamos hablando de usar el humor para romper barreras, desmitificar miedos o hacer que la información sea más accesible.
El humor nos ayuda a tomar conciencia de situaciones, a vencer miedos, a generar un buen clima a crear empatía. Permite descargar nuestra ansiedad, miedo o angustia.
Nuestra vida transita entre las emociones constantemente. Nos reímos de nuestras desgracias, usamos la ironía para conseguir un distanciamiento emocional que es absolutamente terapéutico. El humor nos permite abordar temas difíciles desde una perspectiva diferente, ayudándonos a procesarlos sin sentirnos abrumados.
Una de las principales conclusiones de este año en el Festival Internacional de Publicidad de Cannes es que el humor ha destacado entre algunas de las propuestas que han tenido mayor relevancia. Y es que cuando el humor tiene detrás un mensaje relevante, deja huella.
Lo complicado del asunto es crear esas campañas que saquen sonrisas sin ofender y eso hoy en día es harto complicado. Usar un humor que busque “hacer sentir bien” al público suele ayudar a no caer en unas arenas movedizas de las que no vas a salir indemne. Recuerda que decíamos que el contexto es clave, por eso ajustar el humor al entorno en el que va a desarrollarse la campaña es esencial. Las enfermeras no se ríen de las mismas cosas que los médicos; una campaña dirigida a la prevención del VIH, no puede incidir en los mismos insights que otra para la disfunción eréctil. Pero en todos estos casos, podemos llegar a nuestro público a través de su sonrisa.
Los datos del EGM avalan que cada año bajan las audiencias de los medios informativos, la sociedad se ha cansado de recibir información que asusta, que habla de peligro, muerte y destrucción. Si enfocamos nuestras compañas de concienciación continuamente desde ese prisma, iremos perdiendo audiencia, como ellos, paulatinamente.
Campañas como la recién estrenada “Never Just a Period” de BodyForm se mueven entre las emociones, nos hacen sonreír, tragar saliva, llorar, reír, asustarnos… y por lo tanto, EMPATIZAR. En definitiva, de eso se trata la comunicación: de que el público conecte con tu mensaje, que lo haga suyo. Nuestra vida funciona así, nos movemos entre las emociones, saltamos de una a otra constantemente, por eso la comunicación que mejor conecta con el público es la que utiliza esa estrategia.
Sí, una broma es una cosa muy seria… y también poderosa. Por eso, usar el humor puede parecer arriesgado, pero lo verdaderamente arriesgado es desestimarlo por el mero hecho de temerlo. En la historia, nunca nadie hizo nada verdaderamente relevante sin un poquito de miedo.