El paciente como piedra angular del sistema. Fernando Aranda Vega
FERNANDO ARANDA VEGA
ALUMNO MSL BARCELONA
El Sistema Nacional de Sanidad ha sufrido años muy complicados a raíz de la última crisis económica sufrida en España. Las alarmas se han activado cuando por primera vez en la historia se han reducido presupuestos en Sanidad y aún no se han visto recuperados, entrando en una situación de estancamiento. Pero esto no acaba aquí, ya que según datos del Programa de estabilidad del Reino de España 2017-2020 advierten de que el gasto sanitario seguirá creciendo por encima de las posibilidades del País. Llegados a esta situación de Incertidumbre económica – Elevado gasto sanitario, urge buscar modelos de Sanidad sostenibles y eficaces que tengan el menor impacto negativo sobre la sociedad. Lo sencillo en estos casos sería emplear un modelo de recortes para que salieran las cuentas, perdiendo calidad de prestaciones, no incorporando nuevos medicamentos ni tecnología sanitaria o una mayor desigualdad territorial entre otras. Este modelo no parece ser el mejor camino para el progreso de un País. Propuestas e ideas para establecer un modelo ideal pueden surgir muchas, pero hay algo clave en toda esta historia y no es otro que el propio paciente. Su responsabilidad y participación será la piedra angular para hacerlo sostenible y eficaz.
Si echamos la vista a nuestros países vecinos de la zona euro, el sistema de sanidad español se coloca como uno de los más generosos en aportación al paciente, y a pesar de la crisis se ha mantenido así. En un mundo donde la salud debería ser una prioridad para todos, España se posiciona como lugar idóneo en cuanto a cobertura sanitaria. Hasta la fecha si hay algo que ha aguantado los golpes de la crisis, con sus más y sus menos, ha sido la Sanidad. Bajar los presupuestos no ha afectado a su calidad general, pero … podrá sostenerse durante más tiempo? Un dato relevante que advierte que algo está pasando es el crecimiento del gasto privado, algo que en parte da oxígeno y ha ayudado a sortear la crisis pública. Sin embargo se puede ver desde el punto de vista que el factor privado se está favoreciendo de esta crisis, y viviendo así un cambio próximo a la privatización sanitaria. Personalmente soy de la opinión que mejorando la conexión/cooperación público-privada es un factor importantísimo para la sostenibilidad del sistema de sanidad pública. Dicho esto, un modelo acertado sería que tanto privada como pública pudieran convivir, colaborar estratégicamente en determinadas situaciones, con una comunicación fluida y apostando por lo mismo: la salud como derecho y no como un privilegio. Por otro lado, nos encontramos la gran descoordinación entre comunidades autónomas para ajustar presupuestos y las desigualdades territoriales, que se han ido agravando desde los inicios de la crisis. Queda claro que en momentos de vacas flacas los modelos de comunicación y dialogo, cooperación y unidad pueden ayudarnos a que seamos más optimistas con la sostenibilidad de la sanidad pública, de la que durante tantos años hemos sido ejemplo mundial. Aquí en este escenario, por si fuera poco, las empresas farmacéuticas se ven con la difícil tesitura de colocar medicamentos cada vez de mayor coste. Revisiones exhaustiva de precios en medicamentos, pagos por resultados, búsqueda de médicos especialistas y expertos en calidad y acceso al mercado, son apartados que la sanidad pública considera cruciales para reducir los gastos en las empresas farmacéuticas y ajustar los presupuestos para la sostenibilidad.
Por último, y no por ello menos importante, el paciente. Cada vez más activo y asociado en temas sanitarios, donde el rol de ser el mero consumidor ahora ha cambiado y también pasa a tener un importante papel decisor. Todo lo que afecte al sistema nacional de salud afecta directamente al paciente. Es importante lo primero comprender la situación, actuar con responsabilidad y participar conjuntamente, con todo esto seríamos más eficientes. Sin embargo, quién nos enseña de cómo tenemos que hacer un buen uso de los servicios públicos sanitarios como paciente? Se han planteado alguna vez introducir en el sistema de educación el funcionamiento o buen uso de la sanidad pública? Quizás si tuviéramos información desde muy temprana edad seríamos más conscientes, tendríamos una mayor comprensión y estaríamos más preparados a colaborar en la gestión de nuestro Sistema de Salud. El paciente se encuentra con copagos, tratamiento a veces poco personalizados, enfermedades crónicas con dificultades para llevar a cabo sus tratamientos, listas de espera, y un sin fin de situaciones que pueden hacer pensar que el sistema sanitario carece de sentido humano. A pesar de esta situación, no debemos olvidar de la importancia que tiene nuestra salud pública y para ello tenemos que colaborar activa y positivamente para cuidarla. La formación y educación sería una propuesta acertada de gestionar el futuro, vital para mantener la sanidad pública. No obstante, mejorar nuestro sistema sanitario depende directamente de cada uno de nosotros.