La creatividad en el mundo científico
¿Puede la ciencia ser creativa? ¿Puede la creatividad pintarse bajo la rigurosidad científica? Quizá son palabras que suenan lejanas, pero la realidad es que ciencia y creatividad se entremezclan cada día en nuestras vidas.
Siempre se ha visto la ciencia como algo serio, algo formal, pero los grandes avances han estado influenciados por la creatividad, la innovación y, como todos sabemos, en algunos casos por la suerte.
Cuando pensamos en creatividad dentro del mundo del marketing farmacéutico, pensamos en los grandes departamentos creativos, los body copies, los directores de arte… pero, ¿qué es lo que se mueve dentro del departamento científico? Crear y diseñar un curso de formación ad-hoc, una agenda para un Workshop, las dinámicas de un Advisory Board con expertos y referentes nacionales en un área específica, o un Focus Group con pacientes, necesita tanto de la búsqueda continua de conocimiento, como de creatividad e ideas.
Las maneras en las que podemos transmitir ciencia los que comúnmente somos llamados “los de medical”, solo tiene un límite. Bueno, dos: nosotros mismos y el que nos pone el departamento de “Compliance”. Claro está, que hablar de ciencia, no es igual para un profesional sanitario, para un paciente o para la población general, donde la manera en la que nos expresamos, tanto el lenguaje verbal como no verbal, el mensaje que necesitamos transmitir, o los valores que queremos expresar, pueden ser, y en la mayoría son, completamente diferentes. Sin embargo, en todos ellos existe un punto de conexión que implica seducir y captar al oyente o lector. Y es aquí cuando debemos poner a trabajar a nuestros dos hemisferios cerebrales juntos, que por un lado juegan con la lógica y lo racional y, por otro, con la imaginación y la intuición.
Salir de nuestra zona de confort, innovando en las propuestas, innovando en la manera de comunicar para ofrecer algo novedoso, de calidad y científico, puede resultar abrumador, pero sí, es posible conseguirlo. Esto, me lleva a plantear dos nuevas preguntas, ¿la creatividad se entrena? ¿Qué dice la ciencia al respecto?
De nuevo, una pregunta que plantea ambas palabras juntas… Resulta que Heilman KM, et al. 2016; (aquí aflora mi lado más científico) menciona en su estudio que “las personas suelen ser más creativas cuando se encuentran en estados mentales asociados a niveles reducidos de norepinefrina cerebral, lo que puede mejorar la comunicación entre redes neuronales altamente distribuidas” y es que todos tenemos esos momentos de pensamiento divergente, en los que desconectamos del mundo y comienzan a fluir ideas, a veces lógicas, a veces sin sentido, a veces diferentes e incluso locas, haciendo nuestro brainstorming personal, con las que podemos dar creatividad a la ciencia.
Es por eso, que cuando pensamos en hacer ciencia dentro del departamento médico de una empresa de marketing, le dedicamos no solo tiempo, estudio, conocimiento y comprensión, sino, además, creatividad, porque una cosa sin la otra solo es la mitad.