Agilizar al máximo los procesos internos. Candela Guerrero Dorribo
CANDELA GUERRERO DORRIBO
ALUMNA MBA BARCELONA
En la actualidad se han visto una importante cantidad de cambios tanto en la sociedad como en la tecnología y que continúan produciéndose, de tal forma que han afectado a la manera de organizarse las empresas. En el caso de la industria farmacéutica, los cambios legislativos, la situación económica, las diferencias entre comunidades autónomas y otras barreras existentes a la hora de comercializar un medicamento, hacen que las empresas tengan que agilizar al máximo los procesos internos para contrarrestar.
Por un lado, toda la vida se han creado estructuras de empresa jerárquicas demasiado verticales que entorpecen el flujo de trabajo. Es decir, una acción no puede llevarse a cabo si no ha pasado del nivel superior, y en muchas ocasiones, parte del sentido de la acción se pierde por el camino (¿por qué se está haciendo esto?). El caso más obvio, seguramente está entre marketing y ventas, cuya falta de coordinación es el principal problema. Deberían crearse sistemas de feedback, que de alguna manera los delegado participaran en la planificación de las acciones del plan de marketing y que los por parte de los product manager pudieran conocer y opinar como las acciones se están llevando a cabo en el plan de ventas. Es decir, se tendría que optar por un sistema más horizontal. Una opción sería dividir la estructura según unidades de negocio para que, por decirlo de alguna forma, los esfuerzos se aúnen en un mismo tema y donde todos los departamentos (marketing, medico, regulatory, market Access, etc), una vez se obtiene el plan estratégico, puedan trabajar de una manera independiente pero colaborando y apoyándose entre ellos. Por ejemplo: un MSL que pertenezca al departamento médico pero que esté involucrado en el plan comercial.
Por ello, cabe mencionar uno de los obstáculos más grandes con el que se encuentran las empresas, que es sin duda, la falta de comunicación entre departamentos. Esto es una clara escasez de formación/información entre los empleados acerca del ciclo de vida de un medicamento, de todo el camino que recorre y los departamentos que se ven implicados en él y en qué momento. Por ello, creo en la importancia de dar a conocer los procesos que se deben llevar a cabo, las funciones y responsabilidades de cada departamento y la manera de ejecutar cada acción. Si se forma adecuadamente a los empleados en este tema, se pueden detectar maneras de agilizar procesos, por ejemplo, departamentos que llevan a cabo la misma acción y que supone un doble gasto económico y de personal. Para esto tendríamos un departamento de comunicación encargado de informar periódicamente sobre el estado de los productos de la empresa y las acciones que se están llevando a cabo o que en un futuro hará.
Debería también, relacionado con lo anterior, fomentarse dentro de la empresa, la rotación entre puestos de trabajo/divisiones. Así se crearían empleados con una amplia visión de trabajo, con competencias diversas y sobre todo, mayor comprensión a la hora de trabajar con sus compañeros de otros puestos.
En definitiva lo que se está pidiendo es un cambio en la manera de caracterizar cada rol. Ya no se pide llevar a cabo una función determinada en un departamento, sino que cada persona sea capaz de participar en los proyectos implicándose en cada paso, haciendo seguimiento activo, identificando puntos de mejora y aportando su visión.