Papel de la Industria Farmacéutica en la sociedad
Si tenemos que analizar el papel que ha tenido la Industria farmacéutica a lo largo de los años, debemos analizarlo desde diferentes ámbitos y sectores de la sociedad.
Desde el punto de vista de la salud, no debemos olvidarnos de que es el sector empresarial cuya misión es el desarrollo de nuevos fármacos para tratar el mayor número posible de enfermedades antiguas y nuevas. Pero entonces, si su misión es mejorar nuestra salud, ¿por qué surge tanta controversia en torno a este sector? Porque no está ligado únicamente a la salud, sino que son empresas privadas, con unas juntas de accionistas que buscan conseguir unos beneficios y han realizado unas fuertes inversiones, así que al mezclarlo con beneficios económicos ya se va complicando, y, además, si en países como EE.UU. estas empresas ayudan a financiar campañas electorales y partidos políticos, se valora de forma más negativa por la sociedad. Pero no hay que olvidar los trabajos de investigación que hay detrás de una nueva molécula, y la cantidad de puestos de trabajo en condiciones dignas que aporta a un país una empresa farmacéutica, son factores que una parte de la sociedad no tiene en cuenta al valorarlo.
Pero vamos a hacer autocrítica, se han hecho muchas cosas mal, y se está rectificando desde hace muchos años, pero todavía no es suficiente. Quizás si cambiara la relación con la sociedad, buscando un equilibrio entre la búsqueda de beneficios económicos y el apoyo a ciertos sectores más desfavorecidos, podría ir calando un mensaje de solidaridad. Pero no sólo haciendo donaciones puntuales que a lo mejor no llegan donde deben, sino realizando acuerdos para colaborar donde las administraciones no pueden llegar.
Otra faceta es la formación de los profesionales, y no me refiero sólo a los congresos donde muchos de estos pueden asistir con objetivos lúdicos y turísticos, sino todas aquellas reuniones científicas, seminarios, reuniones de asesoría, de casos clínicos, etc…. en las que los profesionales se forman, debaten y mejoran su bagaje clínico, pero esto no se conoce y las administraciones públicas han delegado totalmente la formación de sus profesionales en las empresas farmacéuticas.
Desde luego hay que buscar nuevas fórmulas que permitan depurar la imagen de este sector y no hay ni blancos ni negros, sino que hay muchos grises y colores que deberían tratarse. Las diferentes partes deberían hacer un esfuerzo por mejorar su relación, ya que a todos nos interesa como pacientes que haya fármacos y tratamientos nuevos, que nuestros médicos estén formados para tomar las mejores decisiones clínicas, que el acceso a estos tratamientos sea equitativo para todos y que estas empresas sigan obteniendo beneficios para que sigan invirtiendo en investigación y puedan mantener los puestos de trabajo que mantienen por encima de la media de condiciones del mercado laboral.
Todavía queda mucho por hacer, pero desde cualquier posición que nos implique debemos hacer lo posible por mejorar esta relación.