El papel del paciente. Pilar Tuset Davó
PILAR TUSET DAVÓ
ALUMNA MÁSTER MSL MADRID
Estamos orgullosos de escuchar que España dispone de unos de los mejores Sistemas Nacionales de Salud Pública del mundo, pero por otro lado el debate está abierto: ¿es sostenible?
El aumento del gasto sanitario, los recortes en salud, el envejecimiento de la población o el aumento de las enfermedades crónicas son sólo algunos de los factores que nos indican que nuestro sistema sanitario no es sostenible.
Pero esto no es algo nuevo y por ello la sociedad, la industria farmacéutica, las asociaciones de pacientes y las diferentes instituciones debemos trabajar y desarrollar proyectos para intentar colaborar con nuestra sanidad hacia un modelo más sostenible y de calidad, donde el paciente se coloque en el centro del sistema.
El éxito de un sistema sanitario público y sostenible empieza por el PACIENTE. Los pacientes tienen un papel activo y es por ello que han de ser conscientes de su importancia para poder seguir disfrutando de las coberturas y los servicios de los profesionales sanitarios y del sistema sanitario nacional.
Pero, ¿por dónde empezar? La base para un buen uso de los recursos parte de la educación de los usuarios, es decir, una “Educación Sanitaria” en la fase temprana de la vida es clave para que los individuos tengan una vida sana basada en una buena alimentación, higiene y deporte. Esta educación sanitaria en la niñez nos llevará a una sociedad consciente de la necesidad de cuidarse y de hacer un uso racional de los recursos sanitarios.
Por otro lado, la prevención es imprescindible para poder llegar a disfrutar de un sistema sanitario sostenible. Los planes nacionales de screening en los diferentes grupos poblacionales de riesgo, los calendarios vacunales y la vida saludable de los ciudadanos son vitales para prevenir o para identificar los estadíos más precoces de las enfermedades.
El uso y abuso de los limitados recursos sanitarios está a la orden del día: consultas de atención primaria de baja calidad por el gran número de pacientes citados, listas de espera quirúrgica o urgencias colapsadas, nos llevan a valorar si las cosas se están haciendo correctamente y cuál debería ser el papel del paciente en estos casos.
El copago en las consultas de atención primaria podría ser una buena opción para reducir esas avalanchas de pacientes, un pago simbólico que implicaría al paciente a hacer un uso racional de los recursos.
Otra propuesta. El no cumplimiento de las pautas marcadas por el profesional médico previas a una intervención quirúrgica (pérdida de peso, dejar de fumar, etc.) podría implicar el pago de la cirugía por el paciente. Los pacientes de riesgo que van a ser sometidos a una cirugía reciben unas pautas previas por parte del facultativo. En muchas ocasiones estas pautas marcadas no se cumplen y los pacientes llegan a quirófano en un estado de alto riesgo. Estos casos deberían ser reevaluados y notificados con el fin de concienciar al paciente de la importancia de su involucración ante una actividad quirúrgica, el copago o el pago de la cirugía y sus costes asociados podrían ser un buen punto de partida para construir un sistema sanitaria sostenible.
Pero no solo el paciente tiene un papel activo, la involucración de los diferentes colectivos es fundamental para conseguir esa sostenibilidad. Las instituciones sanitarias, los profesionales sanitarios y los pacientes juegan un papel clave para poder conseguirlo.