Campañas de salud y prevención: el papel de la comunicación
La salud y la comunicación son dos partes muy importantes en nuestro día a día, sin los que nos resultaría muy complicado vivir: sin salud, no podemos llevar una vida normal; sin comunicación, no podemos establecer relaciones ni vínculos con otras personas, ni informarnos correctamente de cualquier cosa que nos preocupe o necesitemos. Entonces, ¿por qué no aunar las dos cosas?
Las campañas de salud tratan de comunicar y aprender de la realidad que existe en la sociedad, de manera que puedan generar en las personas una actitud proactiva que les ayude a preservar su bienestar. No todas las personas toman conciencia de su salud y de las opciones que tienen para conservarla. Por eso, es importante hacer llegar ciertos mensajes de manera clara y concisa. Una manera de conseguir esto es a través de las campañas de salud y prevención.
La industria farmacéutica, así como numerosas instituciones, firman campañas de salud que fomentan la vida saludable y el uso de herramientas de prevención a la hora de enfrentarnos a diversas enfermedades. Para ello, buscan encontrar mensajes que marquen y permanezcan en la memoria de aquellas personas que los reciben. El objetivo de estas campañas de salud consiste en concienciar a la población sobre la importancia de la salud y su preservación.
A día de hoy, encontramos diversas formas de llegar a nuestro interlocutor, pero no todas son correctas o nos permiten alcanzar los diversos tipos de pacientes que existen. Por esta razón el papel del comunicador es tan importante, ya que será el encargado de elegir el mensaje correcto en función de aquello que se pretenda transmitir, para lo que deberá tener en cuenta el público al que se dirige, sus características, necesidades, preocupaciones, emociones… para así trabajar la información clave que quiere que el receptor reciba y que le cale, generando una acción determinada para mejora de su salud.
No debemos saturar a la población con más información de la necesaria, como quizá ocurrió durante la pandemia del COVID-19. El hecho de tener acceso a numerosos datos no se traduce en tener que comunicarlos todos (por importantes que sean), y tampoco significa que todos ellos sean fiables o válidos. Por eso, tan fundamental debe ser crear una buena comunicación como saber elegir las fuentes de información por parte de las personas que llevan a cabo las campañas, y saber divulgarlas de manera clara. Los mensajes que podemos ver a través de las campañas de salud como, por ejemplo, las que se llevan a cabo durante las temporadas de gripe, alergias o las planteadas para apoyar los calendarios de vacunación, suelen llegar de manera directa a la población, traducidas a un tono y lenguaje cercano, pero riguroso y científicamente contrastado, para así lograr crear en las personas conocimiento de las opciones sanitarias presentes frente a este tipo de enfermedades.
La prevención generada por dichas campañas es contrastable, ya que genera reacciones y cambios en los receptores de los mensajes: cualquier persona considera que, tanto a nivel personal como económico, es más sencillo y menos costoso tratar de evitar que se padezca una patología a tratar esa enfermedad o problema de salud, pero hay que dar con el mensaje clave que le ponga a buscar soluciones.
En resumen, es una labor prioritaria generar conciencia social acerca de la importancia de cuidar la salud, pero también es decisivo saber elegir bien qué mensajes emitir, cuántos, cuándo lanzarlos, cómo, elegir fuentes contrastadas y con evidencia científica, adaptar su dificultad y tono… y siempre terminar cualquier comunicación con la indicación de seguir las recomendaciones y pautas de los profesionales sanitarios.
Toda esta costosa y ardua tarea puede conseguirse, y lo más importante, avalarse, cuando se confía la labor a los profesionales de la comunicación en salud: de ahí la existencia de agencias de comunicación, estrategia y publicidad especializadas en estos mensajes clave para la industria farmacéutica. Es una gran idea contar con ellas para poner en marcha estas campañas, porque sus equipos de comunicación trabajarán codo con codo junto con los grandes defensores sanitarios (médicos, farmacéuticos, divulgadores…) y contarán con el apoyo de auténticos especialistas en ciencias de la salud dentro de sus departamentos médicos.